La transición energética en la industria no solo pasa por generar electricidad limpia, sino por saber cómo, cuándo y para qué usarla. En ese contexto, los sistemas de almacenamiento de energía —también conocidos como BESS— se están convirtiendo en una solución clave para empresas que necesitan más control, estabilidad y continuidad operativa.
Aunque no todas las operaciones requieren baterías, hay escenarios donde su implementación deja de ser opcional y se vuelve esencial para asegurar el rendimiento, la eficiencia y la seguridad del negocio.
En este artículo te compartimos los casos más comunes donde un sistema de almacenamiento de energía en México es la pieza que completa la estrategia energética de una empresa.
1. Operaciones que no pueden detenerse por cortes de energía
Para empresas que trabajan 24/7 o con procesos que no toleran interrupciones (como plantas de alimentos, farmacéuticas, hospitales, data centers o líneas automatizadas), un corte eléctrico de unos minutos puede generar pérdidas enormes.
Un sistema BESS en México actúa como un respaldo instantáneo que mantiene el suministro eléctrico estable hasta que la red se restablece o se activa una planta de emergencia. Esta capacidad de respuesta inmediata reduce riesgos, tiempos muertos y daños a equipos sensibles.
2. Zonas con infraestructura eléctrica inestable
Muchas regiones del país, especialmente parques industriales en desarrollo, sufren de variaciones de voltaje, apagones frecuentes o conexiones limitadas a la red. En esos entornos, depender 100% del suministro público es un riesgo constante.
Al integrar almacenamiento, puedes acumular energía durante el día (ya sea solar o de la red) y usarla cuando la red falla o se vuelve inestable. Esto garantiza mayor autonomía energética y operación continua, sin importar lo que suceda afuera.
3. Empresas con altos picos de demanda
Algunas industrias tienen momentos específicos del día donde su consumo se dispara (arranques de maquinaria, hornos, refrigeración masiva, etc.). Estos picos generan cargos adicionales en la factura de CFE por demanda máxima contratada.
Un sistema de almacenamiento permite liberar energía durante esos momentos críticos y suavizar la curva de consumo, reduciendo significativamente esos costos. En muchos casos, el simple control de picos justifica la inversión en baterías.
4. Negocios con generación solar que no aprovechan toda su energía
Muchas empresas que ya tienen paneles solares generan más energía de la que consumen en ciertas horas del día. Sin un sistema de almacenamiento, ese excedente se inyecta a la red a una tarifa baja, o simplemente se desperdicia.
Con un BESS, ese exceso se almacena y se usa más tarde, como en la noche o durante una contingencia. Esto maximiza el autoconsumo y mejora el retorno de inversión de todo el sistema fotovoltaico.
5. Instalaciones que buscan independencia energética
Empresas con visión de largo plazo o que operan en entornos remotos muchas veces buscan reducir su dependencia de la red eléctrica o incluso operar de forma aislada (off-grid).
Un sistema de almacenamiento bien dimensionado permite acumular energía durante el día y mantener la operación durante la noche, lo cual es ideal para ranchos industriales, instalaciones temporales, o proyectos que no tienen acceso confiable a la red.
6. Estrategias ESG o normativas internas de sostenibilidad
Para muchas empresas, especialmente exportadoras o parte de cadenas globales, cumplir con criterios ESG ya no es opcional. La eficiencia energética, el uso de energía limpia y la reducción de emisiones forman parte de sus objetivos corporativos y reportes de cumplimiento.
Un sistema de almacenamiento complementa esta estrategia al mejorar el uso de la energía solar, reducir la necesidad de plantas a diésel y fortalecer la resiliencia energética de la operación.
7. Proyectos que buscan certificar ISO 50001 o LEED
Tanto la norma ISO 50001 como las certificaciones LEED valoran la capacidad de gestionar, almacenar y optimizar el uso de energía. Incluir almacenamiento en la estrategia energética de la empresa permite cumplir con varios requisitos técnicos y demostrar resultados en auditorías.
En Enertika México, trabajamos con empresas que ven en la energía no solo una necesidad operativa, sino una ventaja estratégica y reputacional.
¿Cómo saber si tu empresa lo necesita?
Si tienes alguna de estas señales:
- Cortes eléctricos frecuentes
- Maquinaria que no puede detenerse
- Excedentes solares que no estás usando
- Consumo irregular o picos de demanda
- Objetivos de eficiencia o reducción de emisiones
- Infraestructura eléctrica limitada en tu zona
… entonces es momento de considerar seriamente una solución de almacenamiento.
La adopción de BESS en México ha dejado de ser una solución complementaria para convertirse en una herramienta clave en la continuidad operativa, el control energético y la resiliencia industrial. Cada vez más empresas están apostando por sistemas de almacenamiento inteligente que les permitan operar con mayor autonomía y previsibilidad. En zonas como el Bajío, ya es común ver la integración de BESS en Querétaro dentro de parques industriales que buscan reducir riesgos ante cortes eléctricos o variaciones de demanda. Y en el sureste, donde la radiación solar es abundante, empresas locales están adoptando BESS en Mérida como parte de su estrategia para aprovechar al máximo su energía renovable y garantizar estabilidad energética frente a una red cada vez más exigente.